Managua .- En Nicaragua la constitución prohíbe la discriminación basada en la religión, pero según numerosos informes de prensa, el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo usaron retórica de odio incitando al acoso, la intimidación y los ataques físicos contra el clero católico, los fieles y los lugares de culto.
Estos informes, denuncia el Departamento de Estado en su Informe sobre Libertad Religiosa del 2019, declararon que la Policía Nacional de Nicaragua, PNN, junto con grupos progubernamentales y activistas del partido gobernante, Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSLN, hostigaban e intimidaban rutinariamente a líderes religiosos y profanaban espacios religiosos.
Los líderes católicos informaron ataques físicos e insultos verbales, amenazas de muerte y campañas de intimidación por parte del PNN y grupos asociados con el presidente Ortega y la vicepresidente Murillo, como la Juventud Sandinista.
La PNP y los grupos progubernamentales atacaron a los fieles católicos en numerosas ocasiones después de que asistieron a los servicios religiosos en los que oraron por los presos políticos, incluidas al menos dos ocasiones en las que los oficiales del la policía dispararon balas de goma y gases lacrimógenos a los fieles cuando salían de Misa.
Según los religiosos líderes y medios de comunicación, individuos vinculados al Gobierno o representantes del Gobierno continuaron cometiendo actos de vandalismo y profanación de objetos sagrados en iglesias y cementerios católicos en todo el país.
La policía y los partidarios del Gobierno interrumpieron con frecuencia los servicios religiosos al reproducir música a alto volumen a través de altavoces ubicados fuera de las iglesias. Muchos líderes religiosos dijeron que el gobierno politizó la religión en el contexto de la actual crisis política y el conflicto social en el país.
Los líderes religiosos dijeron que el gobierno y sus representantes tomaron medidas agresivas, incluido el acoso, las amenazas de muerte y los asaltos físicos, contra el clero que se considera crítico con el Gobierno. VOA